Dejo ir y recibo una nueva experiencia.
Aveces enfrentamos situaciones que aparecen estar fuera de nuestro alcance. Ma si nos preocupamos constantemente, sin darnos cuenta, nos aferramos màs al problema y obstruimos el camino hacia la
soluciòn.
Para superar la situaciòn, hemos de entegar el desafìo a Dios y abrirnos a una nueva experiencia. Al dirigirme al poder que siempre obra para bien en mì y en todo, siento libertad y disfruto de claridad.
Tengo fe en lo Divino- sè que nada es imposible para Dios. Suelto lo que no puedo cambiar, pregunto què es lo que me corresponde hacer y oro para tener el valor de acturar segùn mi guìa. al dejar ir y dejar a Dios actuar, me alineo con las respuestas correctas.
Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos.- Romanos 8:25
No hay comentarios:
Publicar un comentario